miércoles, 12 de marzo de 2014

ALEGRÍA EN LA CIUDAD


Nuestra ciudad se llenará de alegría cuando prediquemos la palabra de Dios con poder.




Los que se habían dispersado predicaban la palabra por dondequiera que iban. Felipe bajó a una ciudad de Samaria y les anunciaba al *Mesías. Al oír a Felipe y ver las señales milagrosas que realizaba, mucha gente se reunía y todos prestaban atención a su mensaje. De muchos endemoniados los *espíritus malignos salían dando alaridos, y un gran número de paralíticos y cojos quedaban sanos. Y aquella ciudad se llenó de alegría. (Hechos 8:4-8 NVI)

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